Colección RUP.
Revista Universitaria de Psicoanálisis : No. 2.
Por: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. Secretaría e Instituto de Investigaciones.
Colaborador(es): Lombardi, Gabriel [dir. ].
Tipo de material: Recurso continuoAnalíticas: Mostrar analíticas:Editor: Buenos Aires : UBA. Facultad de Psicología. Secretaría e Instituto de Investigaciones, 2000-Descripción: v. : 23 cm.Signatura: K.05.ISSN: 1515-3894.Materia(s): PSICOANALISISTipo de ítem | Ubicación actual | Signatura | Vol info | Copia número | Estado | Notas | Fecha de vencimiento |
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Revistas Solo Sala | Biblioteca Central "Prof. Emérita María Martina Casullo". Facultad de Psicología - UBA Hemeroteca | K.05 (Navegar estantería) | No. 2 | ej. 1 | Disponible | Disponible de forma digital. | |
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NOTA DEL DIRECTOR
El psicoanálisis ha logrado un lugar importante en la Facultad de Psicología de la Univercidad de Buenos Aires. En retorno, contribuyó a hacer de ella una casa de altos estudios prestigiosa y elegida por muchos estudiantes en proporciones superiores a las usuales en otras universidades del mundo.
Un contexto propicio para la Revista Universitaria de Psicoanálisis. Y más aún si se tiene en cuenta que, desde nuestra Facultad, el psicoanálisis no sólo se inserta en el terreno de la enseñanza, también en el área de la investigación. Con la ventaja adicional de que en la UBA un proyecto de investigación presentado por psicoanalistas no necesita disfrazarse de algo que no es como requisito para ser reconocido por los organismos de acreditación universitaria. Es decir que no es imprescindible cuadricular los proyectos según metodologías importadas de otras disciplinas (sociología, semiología, antropología, etología) que muy poco tienen que ver con el psicoanálisis y con sus métodos, y que en nada contribuyen a volverlo más riguroso en sus indagaciones. Esto no representa un obstáculo para que los textos de los analistas se acomoden a las exigencias usuales en el ámbito académico, y eventualmente se enriquezcan con la reflexión sobre la estructura de tales textos en tanto reseñas de una investigación en curso o ya concluida.
Acordamos con Popper y con Lacan en que el psicoanálisis no es 'ciencia' en los sentidos reconocidos por las epistemologías más difundidas en la segunda mitad del siglo XX. La peculiar posición del psicoanálisis respecto de la ciencia es consecuencia directa deI método freudiano: desde que defiere la tarea de la interpretación en el soñante, en el histérico, en el sujeto de un comportamiento sintomatico - el sujeto capaz de descomponerlo en asociaciones-, en el analizante en suma y no en el observador¹, el psicoanálisis ya no puede aspirar a ser reconocido en el mismo estatuto que otras disciplinas tienen en ese conjunto abierto que es la ciencia actual.
Sin embargo, lo que por un lado es su debilidad, por otro le permite resurgir luego de los insistentes anuncios de su muerte, y revigorizarse con las nuevas formas del síntoma. La torsión del saber que implica el inconsciente para cada sujeto hace que, en tanto clínico, el analista nada pueda anticipar sobre el sentido de un síntoma a partir de lo que aprendió en casos similares anteriormente tratados. Es precisamente por eso que el psicoanálisis permite al saber inconsciente manifestarse, y revelar que sólo por los lazos entre significantes la configuración sujetiva adquiere una objetividad que se revela, por ejemplo, en ocasión de una interpretación justa- es decir, aquella que es sancionada con el surgimiento de nuevos desprendimientos del inconsciente-.
Esto justifica la transformación de la pregunta que propuso Lacan, dejando de lado la cuestión de si el psicoanálisis es o no ciencia, para interrogar en cambio qué sería una ciencia que incluya al psicoanálisis. Cualquiera sea la respuesta que se proponga, deberá integrarse cada vez en una elaboración de saber que haga un lugar explícito a la relación particular del sujeto con el lenguaje: las palabras que le dan existencia, las combinatorias que traman su historia a partir del deseo de sus padres, los significantes que marcan actualmente su cuerpo.
Los psicoanalistas debemos admitir, y también explicar a los representantes honestos de otros discursos. que toda indagación en el campo del psicoanálisis está marcada por esa exigencia indeclinable. la de hacer lugar al sujeto de una combinatoria inconsciente. una cristalización de saber válida en su caso aún si no coincide en casi nada con la de otros casos que se le parecen. Esta exigencia vuelve la investigación en psicoanálisis poco apta para generalizaciones y estadísticas. e imposible de apreciar desde los criterios usuales de la objetividad científica. Se trata. cada vez, de restituiruna ciencia que no se transmite sino en la ocasión de articular lo particular. Esta condición hace del psicoanálisis un suplemento de la ciencia. por ocuparse precisamente de ese residuo que ella, por necesidad de discurso, debe excluir de sus elaboraciones de saber para constituir sus diversas y eficaces disciplinas: el sujeto tomado en su división constituyente. Es la causa por la cual una investigación, para ser psicoanalítica, para ser coherente con sus fines, no puede, ni debe, aplastar al sujeto sometiéndolo a coordenadas que lo suprimen de la interrogación científica en el mismo movimiento en que lo reemplazan por un objeto de estudio - una conducta en tanto observable, un individuo, un programa -. El significante inconsciente no es una cognición errónea, y el inconsciente es menos profundo que inaccesible a la profundización consciente.
El psicoanálisis tiene por una parte como deber alojar al sujeto en una cura particular - lo hacen y lo muestran varios artículos incluidos en este volumen-. Pero además, también puede hacerlo 'en las avenidas de otras disciplinas²', advertido del hecho de no tener la exclusividad de ese sujeto, ya que es el mismo que el de la ciencia. el mismo que ésta expulsa de sus articulaciones de saber. Por eso, los primeros artículos de este volumen se apoyan en la hipótesis lacaniana de que el sujeto del psicoanálisis es el sujeto paradójico de la ciencia: el que la sustenta y participa en su sintaxis al mismo tiempo que es excluido de sus temáticas.
Por eso no ha de llamar la atención que, como sugiere uno de los autores de la sección de historia de este volumen, el psicoanálisis represente y garantice la viabilidad y posibilidad de la dimensión subjetiva: también en las confrontaciones teóricas ocurridas en las fronteras del saber médico y filosófico - las que permitieron alumbrar el perfil actual de la carrera de psicología en la UBA y en otras universidades de nuestro país-. Por el doble interés, científico y ético, de esa representación y de esa garantía, nos parece deseable que el psicoanálisis persista en constituir un eje articulador en los debates acerca del rol del psicólogo en la Argentina.
Buenos Aires, noviembre de 2000.
¹Cf. el método de la interpretación, segundo capítulo de la Interpretación de los sueños de Freud.
²J.Lacan. 'Del sujeto por fin en cuestión'