Ubicado en Referencia.

Este primer anuario que ofrecemos a la comunidad universitaria contiene los avances y los resultados de los procesos de investigación que se llevan a cabo en la Facultad de Psicología.
Las siguientes consideraciones se proponen explicitar, en primer lugar, la índole de los trabajos del Anuario, así como el modo en que fue gestado; en segundo lugar, se propone poner en relieve el significado académico y de política científica de su publicación.
Con el propósito de ofrecer un panorama de la investigación que se realiza actualmente en la Facultad o que ha finalizado recientemente, se han incluido los siguientes trabajos:

I) Los resúmenes del estado de avance y perspectivas de las investigaciones en curso.

a) Los proyectos de becarios alumnos y graduados de UBACyT.
b) Los trabajos de docentes y alumnos en la Facultad, que participan en cátedras y/o Programas
de Investigación, sin apoyo de UBACyT.
c) Los proyectos de becarios y los proyectos de investigación y desarrollo (PIA'S y PID)
dependientes del CONICET y que tienen su lugar de trabajo en la Facultad.

II) Artículos de investigadores que exponen los resultados finales de las indagaciones o formulan
reflexiones metodológicas sobre los proyectos en curso.
Se trata de una variedad de trabajos que consideramos representativos de la actividad investigativa tal y como se ha desarrollado hasta el momento en nuestra Facultad. Sin embargo, no ignoramos que no está aquí la totalidad de las investigaciones que se realizan en la Facultad y ello por razones ajenas a las intenciones de quienes asumimos la tarea de editar estos materiales.
La publicación del anuario se debió a una iniciativa de la Dirección de Investigaciones aprobada por el Consejo Directivo de la Facultad. Por su parte la Comisión de Investigaciones del Consejo estableció las normas y criterios para la presentación de trabajos y la evaluación de los artículos, así como los plazos de entrega de los mismos.
Los proyectos incluidos en el anuario, particularmente los que cuentan con el apoyo de UBACYT, se inscriben en las áreas prioritarias de investigación fijadas por el Consejo Superior de la UBA, con acuerdo de la Facultad de Psicología. Ellas son: sanitarismo y prevención de la salud; psicosociología de la educación; derechos humanos y salud mental; condiciones de trabajo y salud mental; medios de comunicación y vida cotidiana; psicología cognitiva; historia del pensamiento psicológico; neurofisiología y biología del comportamiento; investigación clínica. Cabe señalar que dichas áreas se formularon tomando en cuenta las demandas de la práctica psicológica y los intereses teórico- experimentales, interpretando que la respuesta en forma de nuevos conocimientos podía, a su vez, generar otras demandas y otros campos de conocimiento.
Como puede observarse, hay dos planos de heterogeneidad en los trabajos del anuario: por una parte, la variedad temática, en buena medida vinculada a las áreas prioritarias; por otra parte los autores son desde becarios alumnos hasta investigadores formados; y presentan desde proyectos recién comenzados hasta proyectos finalizados. En resumen, diversidad temática y de calidad que expresan el estado de la investigación en la Facultad.
A este respecto, algunas palabras para contextualizar e historizar los trabajos incluidos en el anuario. La investigación psicológica reconoce antecedentes lejanos en la vieja Facultad de Filosofía y Letras, pero no tuvo continuidad en la vida universitaria, sobre todo a partir de 1966. Como ha sucedido en otros países latinoamericanos, la cultura de la investigación en psicología, como en otras ciencias humanas y sociales, no echó raíces a causa de las interrupciones en la vida institucional. Además, la gran expansión de las prácticas profesionales y la consiguiente formación para estas tareas, hegemonizó el interés de los estudiantes y de buena parte de la vida académica, sin orientar vocaciones ni valorizar la investigación, en la casi totalidad de los campos de la psicología.
Recién a partir de la recuperación democrática de 1984, se comienzan a crear las condiciones institucionales para la apertura de líneas de investigación, que carecían de tradición en nuestra Facultad. Dichas condiciones se relacionan, en primer lugar, con la constitución de Programas de Investigación por parte de UBACYT, para becarios alumnos, graduados y equipos docentes subsidiados. Esta política apuntó a reformular la capacidad generadora de conocimientos, en el marco de recursos
muy escasos y de enormes demandas sociales; a reinsertar a la Universidad en una realidad que muestra múltiples signos de retraso económico, científico y cultural; también a renovar la vida académica, articulando la docencia, la extensión universitaria y la investigación. En segundo lugar, la creación de la Dirección de Investigaciones, durante el período de normalización de la Carrera de Psicología, tuvo como objetivo aplicar en el ámbito de la Facultad la política de investigación fijada por UBACYT y por el Consejo Directivo de la Facultad.
La historia de formación de los equipos de investigación, de la puesta en marcha de los trabajos de becarios y Programas de Investigación, estuvo marcada por diversas dificultades. Algunas tienen que ver con aquella discontinuidad institucional que no permitió la existencia de equipos consolidados e investigadores formados, en la mayoría de las áreas; otras tienen que ver con las condiciones en que se producen las investigaciones: desde la insuficiente remuneración a los investigadores, hasta la escasez de bibliografía y de vinculaciones orgánicas con indagadores de otras instituciones universitarias y de otros países.

En otras palabras, esta historia presenta un déficit en la formación de recursos humanos, pobreza de recursos materiales y escasa continuidad investigativa. Más aún si tomamos en cuenta que los investigadores se forman «dentro de la práctica investigativa» y requieren, por lo tanto, de producciones previas, modelos de trabajo y, sobre todo, participación en grupos consolidados.
Sin embargo, se han realizado los mayores esfuerzos para capacitar a los investigadores, a partir de las necesidades surgidas de su propio quehacer.
El presente anuario adquiere, en este contexto, una particular relevancia: por un lado, porque su heterogeneidad expresa un momento en la formación de los investigadores, así como los resultados obtenidos por investigadores con mayor experiencia; por otro lado, contribuye a socializar en la comunidad universitaria los esfuerzos de los investigadores, posibilitando una evaluación crítica entre los propios investigadores y por los docentes y alumnos.
Por último, caben algunos comentarios sobre la posible repercusión de estos trabajos sobre la actividad académica.
Un rasgo fundamental de la enseñanza en el sistema universitario moderno es la íntima relación entre docencia e investigación. Es decir, que las cátedras utilicen los resultados y procedimientos de investigación en la actividad docente y que los docentes realicen ellos mismos tareas de investigación. Estos trabajos pueden ayudar a una actualización de los contenidos de la enseñanza y, principalmente, a que los alumnos no se limiten a recibir un saber ya terminado, estimulando su acceso y participación en la producción de conocimientos.

La difusión de estos trabajos y su discusión crítica puede ayudar a modificar el punto de vista que adoptan a menudo los docentes y alumnos frente a los conocimientos. Estas investigaciones se caracterizan por la formulación de problemas, el planteo de hipótesis, su revisión mediante diversos medios de prueba, incluso la modificación de los métodos de investigación. De esta forma, tienden a instituir como valores centrales al espíritu de indagación, a la crítica de lo adquirido, y a la aceptación de solo aquellas tesis que involucran argumentación empírica o conceptual.
Hemos señalado antes la heterogeneidad temática de las investigaciones tomando en cuenta las áreas prioritarias aprobadas por la UBA. Quisieramos enfatizar que esta heterogeneidad posibilita el pluralismo intelectual y es a su vez su expresión. Es decir, por una parte el pluralismo es promovido por la confrontación teórica y empírica en la formulación de los problemas y en la búsqueda de respuestas a la diversidad y complejidad de las demandas de conocimiento; por otra parte la di- versidad investigativa se justifica epistemológicamente por el reconocimiento de dominios diferentes en el conocimiento psicológico, con su propia especificidad respecto de los objetos de indagación, de sus interrogantes y de sus procedimientos de investigación.
Finalmente, este anuario testimonia un proceso cada vez más amplio de incorporación de investigadores a la vida de la Facultad, lo que puede influir sobre las pautas de legitimación de la institución. La actividad académica ya no puede legitimarse únicamente por el otorgamiento de diplomas y por el ejercicio de la docencia; debe además producir nuevos conocimientos que aporten a la transformación de la sociedad y a la cultura de la Nación.

José Antonio Castorina
Director de Investigaciones Facultad de Psicología.